"La gente comenzó a meterse en los cuartos de los bailarines, que eran los únicos que estaban abiertos, e intentaron robar la ropa de la murga, colgada en los percheros”, comentó Carmen. “Fue el mismo Matías quien se paró en el pasillo y les hizo devolver toda la ropa que se estaban llevando puesta!. Ey, chicos, por favor, devuelvan la ropa, la necesitamos para trabajar, les decía. Finalmente sólo robaron dos sombreros, una peluca y dos instrumentos. Santiago y yo nos preocupamos mucho porque hay cosas que acá en Mar del Plata no podemos reponer, pero por suerte ya conseguimos todo lo que se llevaron”, relató Barbieri. “La salida del Atlas es muy siempre muy violenta y complicada. Por un lado está la gente que viene a vernos, por otro lado están las chicas que viene a ver a los Valientes y además los curiosos que pasan por la calle. Yo cada vez que salgo no puedo ni caminar, me tiran del pelo, y hasta me tocan el culo”, protestó Carmen. “La gente quiere quedarse con algo de uno, es una locura. Esto en Brujas seguro que no pasa, porque es un teatro para espectadores más tranquilos y no tan desaforados como los nuestros”, sentenció.
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